miércoles, 15 de octubre de 2008

¿Diseño como Arte?


En primer lugar creo que para considerar cualquier cosa como arte, debemos plantearnos que es el arte para cada uno de nosotros. Al decir esto, recuerdo que hace unos años un profesor de instituto dijo que cualquier cosa que consideremos arte, era por consiguiente arte. Pues bien, no estoy del todo de acuerdo con esta afirmación. En mi opinión, el arte tiene que ver con la voluntad en la creación de cualquier producto. Y cuando digo voluntad me refiero a lo que ponemos de nosotros mismos en el proceso de creación, al sentido que tiene para nosotros realizar cualquier actividad, en definitiva al amor, a lo humano que nos guía en nuestro trabajo. Así, por ejemplo un pintor puede pintar un cuadro de perfectas cualidades técnicas y estéticas sin que este llegue a ser verdaderamente arte, ya que su intención y la voluntad que ha puesto en el proceso de creación se han centrado únicamente en el beneficio económico que obtendrá de ese cuadro. Una obra de arte, es decir, producto del arte, guarda mas relación con la sensibilidad que uno implique en su gestación que con lo que digan intelectuales, libros o diccionarios sobre que es el arte. Así pues podríamos decir que el arte es bien relativo y que supone un error definirlo o catalogarlo de tal o cual manera. Cuando se habla de arte, uno tiende a pensar en pintura, escultura y arquitectura (bellas artes), limitando las posibilidades de este a unas pocas expresiones. Pero sin embargo, al mismo tiempo, somos también capaces de reconocer que un plato de comida, una danza, una pieza de ropa y muchísimas otras cosas también pueden ser arte.


El diseño se plantea como la solución a problemas que responden a necesidades humanas, tanto naturales como artificiales. A este nivel e independientemente de la voluntad de la que hablaba anteriormente, lo que hace que el resultado final, el producto, más allá de ser bueno o malo, sea excepcional, depende de la capacidad del diseñador para solucionar un problema. Su destreza a la hora de aplicar sus conocimientos técnicos y la creatividad para conseguir la mayor eficacia en el resultado que se el cliente le pide hacen que en ocasiones la solución llegue a ser arte. Esta claro que el fin del diseño no es la expresión, sino que corresponde mas a la voluntad de crear algo atrayente y adecuado para que el cliente consiga su objetivo primordial, que es el de vender. Pero como he dicho anteriormente cuando el diseñador va más allá de lo requerido y lo magnifico de su trabajo es tal que consigue que éste sea digno de admiración e incluso sirva como referente para trabajos posteriores, creo que puede considerarse arte. El arte se ha ido transformando a través de la historia, surgen nuevos oficios y nuevas necesidades sociales, y el diseño se presenta como una práctica que utiliza igual que el arte tradicional recursos plásticos, lingüísticos, etc. y sus resultados también pueden ser capaces de expresar ideas y pensamientos, plasmar visiones del mundo y formas de vida. ¿No es esto en lo que consiste el arte, al fin y al cabo?

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